Gracias.

Se dice que uno nunca deja de ser jugador o jugadora de rugby pero sí es cierto que llega un día en el que toca ‘colgar las botas’ o al menos hacerlo de la competición. A veces ese día está fijado en el calendario con antelación y otras veces llega casi de repente, pero llega y la pasada temporada ese día llegó para cinco jugadoras del equipo femenino del Club de Rugby Majadahonda, cinco jugadoras que durante los muchos años que han estado vinculadas a este Club, se han dejado la piel en el campo por esta camiseta y han colaborado por llevar al CRM a lo más alto posible y, podemos decir que lo han conseguido, ya que las cinco han levantado varios trofeos, destacando el ansiado título de la Liga Iberdrola.

Ellas son, Silvia Hernández-Vaquero, Diana Guerrero, Paula Hérnandez De Lucas, Macarena Del Valle y Cristina Cueto. Cinco jugadoras a las que se echará de menos en el campo, pero a las que estamos seguros, veremos en la grada en más de un partido.

De cara a tener un gesto hacia éstas, otra vieja conocida como es Raquel Santiago, quien ha sido veterana, capitana y presidenta del Club ha querido dedicar las unas breves palabras a cada una que resumen el agradecimiento de todo el CRM.

Silvia; Gracias, gracias por tu energía física y mental, por contagiarnos de competitividad y de querer ganarlo todo (hasta los amistosos), contigo nos acostumbramos a imponernos en las touches con descaro.

Diana; Fiel en la segunda línea, como olvidar esas palabras de ánimo dentro y fuera del campo, gracias por tus topetazos y la destrucción de las contrarias. Gracias por venir a España y quedarte a ser ya parte de esta familia.

Paula; Uno de los pilares de referencia de este equipo, nunca mejor dicho. Hacías que pareciese fácil. Gracias por tu trabajo constante y, en ocasiones, poco valorado, y gracias también y obviamente, por los chistes malos que costaba ignorar.

Macarena; Jugadora y persona incombustible, gracias por tu tiempo y tu desempeño, por no parar hasta ganarlo todo. Gracias por querer mejorar constantemente y trabajar a diario para conseguirlo,

Cueto; Siempre al apoyo en el campo, gracias por el trabajo y esfuerzo para adaptarte y aprender tu nueva posición o a la que hiciese falta y por no rendirte y estar siempre.

Cada una de ellas ha dedicado cuatro, seis, ocho, quien sabe, la cantidad de años, a entrenar y jugar por un Club y unos colores que les van a echar de menos, pero que le agradecen todo el esfuerzo, el compromiso, la garra y el querer que han empleado durante este tiempo.