El pasado sábado 9 de noviembre, se enfrentaron el Rugby Majadahonda y el CAR Coanda Sevilla en la cuarta jornada de liga de DHB. Los Rhinos se llevaron a su favor un abultado resultado de 57-18 en el Valle del Arcipreste, posicionándose como líderes en la clasificación.
El partido comenzó con una primera mitad espectacular del conjunto local, que logró someter a los sevillanos gracias a un ritmo de juego muy dinámico y unos contactos muy duros de los delanteros, que facilitaban la creación de espacios para los ¾. El ataque se caracterizó principalmente por su efectividad, ya que cada vez que salían del campo de los sevillanos, era con puntos. Así, Jorqui inauguró el marcador en el minuto 8 con un golpe de castigo, seguido posteriormente por un ensayo muy vistoso de Alex Clarke, quien jugó un impresionante partido. La dinámica continuó durante los siguientes diez minutos con otro golpe de castigo de Jorqui, seguido rápidamente por un ensayo de Luis Lázaro. A pesar de ello, el conjunto visitante logró apaciguar los asedios de los Rhinos con un ensayo en el minuto 32, lo que dejó el resultado estancado hasta el intermedio en un 23-5.
En la segunda mitad, los primeros minutos fueron para los sevillanos, que lograron entrar en el campo de los Rhinos, sumando un golpe de castigo y un ensayo. Sin embargo, los locales respondieron de inmediato con un ensayo de castigo y asedios continuos caracterizados por la intensidad de los combates, lo que les permitió sumar varios puntos. Así, anotaron otros cuatro ensayos con sus respectivas conversiones, a cargo de las dos recientes incorporaciones, Diego Salguero y Marcelo Huerta, ambos caracterizados por su poderío físico. También se unieron al marcador los virtuosos del balón, Alex Clarke
nuevamente y Jere.
De esta forma, el encuentro terminó con un 57-18 a favor de los locales, lo que les deja con muy buenas sensaciones tras la derrota de la semana anterior y les encamina hacia su próximo desafío con gran emoción, ya que se enfrentarán al Cisneros en un encuentro que promete estar más que igualado.